¿Y LOS NUEVE DÓNDE ESTÁN?
Por Denis Aguilar Urbina
TEXTO LUCAS 17:11-19
17:11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre
Samaria y Galilea.
17:12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez
hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
17:13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ¡ten
misericordia de nosotros!
17:14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a
los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron
limpiados.
17:15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado,
volvió, glorificando a Dios a gran voz,
17:16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole
gracias; y éste era samaritano.
17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los
que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
17:18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a
Dios sino este extranjero?
17:19 Y le
dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Jesús venia desde “Cesarea de Filipo” donde le dijo a Pedro sobre esta Roca edificaré mi iglesia. De allí emprendió el viaje a Jerusalén; llamado la “Ruta del Sacrificio”: De norte a sur. En esta ocasión venia entre “Samaria y Galilea”. Al entrar en una aldea le salieron al encuentro “10 hombres le leprosos”. En este pasaje existen tres aspectos de suma importancia. Veámoslo por parte:
I. LOS DIEZ LEPROSOS TENÍAN EN COMÚN LA MISMA NECESIDAD
Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos (Lucas 17:11,12)“Eran 10 hombre leprosos”. Tenían la misma necesidad. “Nueve eran judíos y un samaritanos”. En tiempo de Jesús los judíos y samaritanos no se llevan bien. Los judíos y samaritanos no se llevaban bien. “Tenían más de 400 años de conflicto”. Los judíos preferían irse por el río Jordán que lo habían convertido en camino real para entrar a Galilea
Semilla
del conflicto en su origen se dio porque
los samaritanos se mezclaron con otra raza y otras faltas. Pero estos diez eran
leprosos de enfermedad y la necesidad los unía.
En esta circunstancia, no importaban las razas, las clases sociales, ni lo físico. “Se dice que cuando hay
inundaciones en ciertos lugares. Se reúnen diferentes clases de animales en el
lugar más alto y allí conviven pacíficamente”. “Conviven porque tienen la misma
necesidad”.
El proceso de la
enfermedad de la lepra era el siguiente: primero dañaba la piel, después la
carne, hasta afectar los huesos. Una ves afectado los huesos; comenzaba la
pérdida de los miembros: dedos, nariz, orejas etc. Luego procedían a vendarlos
como momia por el hedor y el contagio. Sufrían el desprecio de la sociedad. Inmediatamente
los aislaban fuera de la población y los separaban de la familia. La mayoría morían
en el abandono. Otros arriesgando sus vidas del lugar donde los tenían
recluidos; probablemente con alguna esperanza de sobrevivir.
La
oportunidad se presenta como un premio por la lucha. Se
dieron cuenta que nuestro Señor Jesucristo pasaría por allí. Era
de vida o muerte aprovechar la única oportunidad de ser sanos. La
única oportunidad de regresar a la familia y la sociedad.
II. LOS DIEZ LEPROSOS TENÍAN EN COMÚN EL DESEO DE SER SANOS
Los leprosos
tenían el deseo de ser sano. Esto se da cuando uno reconoce
su enfermedad. Existen algunos que no reconocen su
enfermedad. Esta actitud bloque
la solución del problema. Aquí entran en juego dos
palabras que son esenciales para resolver cualquier problema y es la acción y la reacción.
1. La
acción: “el clamor de los leprosos”
Aquí vemos el clamor de leprosos de lejos a 50 metros de distancia. Y
clamaron a Jesús desesperadamente: “Jesús, maestro, ten misericordia de nosotros (vr. 13). A qui vemos que los nueve leprosos judíos y el samaritano leproso clamaron juntos.
2. La reacción: La respuesta de Jesús
Cuando él los vio, les dijo: “Id,
mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”.
3.
Otra acción de los leprosos
La acción de los leprosos la demostraron mediante la fe y la obediencia; se
fueron a presentar a los sacerdotes.
Ellos pudieron haber dicho: presentarnos ante los sacerdotes “no”
porque fueron ellos lo que nos separaron, los que dieron la orden de separación.
Pero ellos confiaron en el Señor y le obedecieron.
La
reacción: La reacción fue la respuesta positiva por demostrar su fe y
obediencia. “Mientras iban, fueron limpiados, fueron sanos.
Bendito sea Dios.
Sus privilegios y derecho fueron restituidos. De volver a su familia: besarla, abrazarla, de comunicar su amor. De trabajar sin que nadie lo desprecie para sustentar a la familia. De regresar al templo para servir al Señor.
III. PERO LOS LEPROSOS NO TENÍAN EN COMÚN EL SER AGRADECIDOS CON DIOS.
Lucas 17
15 Entonces
uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran
voz,
16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era
samaritano.
17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los
nueve, ¿dónde están?
18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
En este texto se manifiestan dos principios que jamás debemos olvidar
1. Que somos ingratos
Esta falta
se refleja, que cuando estamos mal; clamamos a Dios para
que nos ayude.
En huracanes, terremotos y en guerra:
“clamamos a Dios”; en peligro de nuestros hijos; “clamamos a Dios”; en
enfermedades terminales: “clamamos a Dios”; en otra circunstancia difícil, también
clamamos a Señor.
Le
decimos: ¡Señor si paso la frontera ¡“Te voy a servir”. “Te voy a dedicar
mi vida”. ¡Señor si me sanas¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor
si sacas a mi hijo de esta situación: “Te voy a servir”! “Te voy a dedicar mi
vida”. ¡Señor si salvas mi matrimonio¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi
vida”. ¡Señor si me das un trabajo estable¡: “Te voy a servir”. “Te voy a
dedicar mi vida” Voy a colaborar en tu obra. ¡Señor si me das una una casa¡: “Te
voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor si me das un buen auto¡: “Te
voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida” Voy a utilizar mi vida en tu obra
Pero cuando
el Señor hace el milagro, nos olvidamos. Somos oportunistas e ingratos por
naturaleza. Cuando el Señor hace el milagro: nos olvidamos.
2. Que Dios reclama
gratitud de nosotros
No
nos olvidemos de donde vinimos. Debemos ser agradecidos con las personas que
nos ha dado su mano de ayuda. Pero sobre todo debemos ser agradecido con Dios.
Lucas
17:17,18 dice: Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los
nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino
este extranjero?
El Señor esperaba agradecimiento de los 9 judíos que fueron sanos. Y quizás, del que no esperaba fue
agradecerle como fue el caso del Samaritano.
El Samaritano, volvió, glorificando
a Dios a gran voz y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias. En
respuesta a esa gran actitud de adoración y agradecimiento Jesús le dijo: Levántate,
vete; tu fe te ha salvado.
El reclamo de
agradecimiento que Dios les hizo a los nueve leprosos que sanó nos indica con
claridad, que tenemos que ser agradecidos. El
gran autor de cine: Danzel Washinton eecomienda
dar gracias de manera anticipada por la vida, la misericordia, la sabiduría
etc. Este autor desde que se convirtió a Cristo ha dedicado su vida a predicar
el mensaje de agradecimiento y consagrarnos a su
servicio.
Dios envió a su hijo amado a la cruz
del Calvario para darnos el regalo más preciado como es la salvación. Un regalo
gratuito para nosotros, pero que Jesus pagó su precio con sangre en la cruz del
Calvario.
Con este sacrificio el Señor nos
sana de las enfermedades físicas y espirituales. Debemos de saber que tenemos
común las mismas necesidades, que tenemos en común el deseo de ser sanos, pero
que también, debemos ser agradecidos como el samaritano.
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