lunes, 4 de octubre de 2021

SANIDAD DE LOS LEPROSOS

 

¿Y LOS NUEVE DÓNDE ESTÁN?

Por Denis Aguilar Urbina 


TEXTO LUCAS 17:11-19

17:11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 
17:12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 
17:13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ¡ten misericordia de nosotros! 
17:14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 
17:15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 
17:16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 
17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 
17:18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 
17:19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Jesús venia desde “Cesarea de Filipo” donde le dijo a Pedro sobre esta Roca edificaré mi iglesia. De allí emprendió el viaje a Jerusalén; llamado la “Ruta del Sacrificio”: De norte a sur. En esta ocasión venia entre “Samaria y Galilea”. Al entrar en una aldea le salieron al encuentro “10 hombres le leprosos”. En este pasaje existen tres aspectos de suma importancia. Veámoslo por parte:

I. LOS DIEZ LEPROSOS TENÍAN EN COMÚN LA MISMA NECESIDAD

Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos (Lucas 17:11,12)
“Eran 10 hombre leprosos”. Tenían la misma necesidad. Nueve eran judíos y un samaritanos”. En tiempo de Jesús los judíos y samaritanos no se llevan bien. Los judíos y samaritanos no se llevaban bien. “Tenían más de 400 años de conflicto”. Los judíos preferían irse por el río Jordán que lo habían convertido en camino real para entrar a Galilea

Semilla del conflicto en su origen se dio porque los samaritanos se mezclaron con otra raza y otras faltas. Pero estos diez eran leprosos de enfermedad y la necesidad los unía.

En esta circunstancia, no importaban las razas, las clases sociales, ni lo físico. “Se dice que cuando hay inundaciones en ciertos lugares. Se reúnen diferentes clases de animales en el lugar más alto y allí conviven pacíficamente”. “Conviven porque tienen la misma necesidad”.

El proceso de la enfermedad de la lepra era el siguiente: primero dañaba la piel, después la carne, hasta afectar los huesos. Una ves afectado los huesos; comenzaba la pérdida de los miembros: dedos, nariz, orejas etc. Luego procedían a vendarlos como momia por el hedor y el contagio. Sufrían el desprecio de la sociedad. Inmediatamente los aislaban fuera de la población y los separaban de la familia. La mayoría morían en el abandono. Otros arriesgando sus vidas del lugar donde los tenían recluidos; probablemente con alguna esperanza de sobrevivir.

La oportunidad se presenta como un premio por la lucha. Se dieron cuenta que nuestro Señor Jesucristo pasaría por allí. Era de vida o muerte aprovechar la única oportunidad de ser sanos. La única oportunidad de regresar a la familia y la sociedad.


II. LOS DIEZ LEPROSOS TENÍAN EN COMÚN EL DESEO DE SER SANOS

Los leprosos tenían el deseo de ser sano. Esto se da cuando uno reconoce su enfermedad. Existen algunos que no reconocen su enfermedad. Esta actitud bloque la solución del problema. Aquí entran en juego dos palabras que son esenciales para resolver cualquier problema y es la acción y la reacción.

1. La acción: “el clamor de los leprosos”

Aquí vemos el clamor de leprosos de lejos a 50 metros de distancia. Y clamaron a Jesús desesperadamente: “Jesús, maestro, ten misericordia de nosotros (vr. 13). A qui vemos que los nueve leprosos judíos y el samaritano leproso clamaron juntos.

2. La reacción: La respuesta de Jesús

Cuando él los vio, les dijo: “Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”.
3. Otra acción de los leprosos

La acción de los leprosos la demostraron mediante la fe y la obediencia; se fueron a presentar a los sacerdotes.

Ellos pudieron haber dicho: presentarnos ante los sacerdotes “no” porque fueron ellos lo que nos separaron, los que dieron la orden de separación. Pero ellos confiaron en el Señor y le obedecieron.

La reacción: La reacción fue la respuesta positiva por demostrar su fe y obediencia. “Mientras iban, fueron limpiados, fueron sanos. Bendito sea Dios.

Sus privilegios y derecho fueron restituidos. De volver a su familia: besarla, abrazarla, de comunicar su amor. De trabajar sin que nadie lo desprecie para sustentar a la familia. De regresar al templo para servir al Señor.

III. PERO LOS LEPROSOS NO TENÍAN EN COMÚN EL SER AGRADECIDOS CON DIOS.

Lucas 17
15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

En este texto se manifiestan dos principios que jamás debemos olvidar

1. Que somos ingratos

Esta falta se refleja, que cuando estamos mal; clamamos a Dios para que nos ayude.

En huracanes, terremotos y en guerra: “clamamos a Dios”; en peligro de nuestros hijos; “clamamos a Dios”; en enfermedades terminales: “clamamos a Dios”; en otra circunstancia difícil, también clamamos a Señor.

Le decimos: ¡Señor si paso la frontera ¡“Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor si me sanas¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor si sacas a mi hijo de esta situación: “Te voy a servir”! “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor si salvas mi matrimonio¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor si me das un trabajo estable¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida” Voy a colaborar en tu obra. ¡Señor si me das una una casa¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida”. ¡Señor si me das un buen auto¡: “Te voy a servir”. “Te voy a dedicar mi vida” Voy a utilizar mi vida en tu obra

Pero cuando el Señor hace el milagro, nos olvidamos. Somos oportunistas e ingratos por naturaleza. Cuando el Señor hace el milagro: nos olvidamos. 

2. Que Dios reclama gratitud de nosotros

No nos olvidemos de donde vinimos. Debemos ser agradecidos con las personas que nos ha dado su mano de ayuda. Pero sobre todo debemos ser agradecido con Dios.

Lucas 17:17,18 dice: Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?

El Señor esperaba agradecimiento de los 9 judíos que fueron sanos. Y quizás, del que no esperaba fue agradecerle como fue el caso del Samaritano.

El Samaritano, volvió, glorificando a Dios a gran voz y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias. En respuesta a esa gran actitud de adoración y agradecimiento Jesús le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

El reclamo de agradecimiento que Dios les hizo a los nueve leprosos que sanó nos indica con claridad, que tenemos que ser agradecidos. El gran autor de cine: Danzel Washinton eecomienda dar gracias de manera anticipada por la vida, la misericordia, la sabiduría etc. Este autor desde que se convirtió a Cristo ha dedicado su vida a predicar el mensaje de agradecimiento y consagrarnos a su servicio.

Dios envió a su hijo amado a la cruz del Calvario para darnos el regalo más preciado como es la salvación. Un regalo gratuito para nosotros, pero que Jesus pagó su precio con sangre en la cruz del Calvario.

Con este sacrificio el Señor nos sana de las enfermedades físicas y espirituales. Debemos de saber que tenemos común las mismas necesidades, que tenemos en común el deseo de ser sanos, pero que también, debemos ser agradecidos como el samaritano.

 

 

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