lunes, 4 de octubre de 2021

La mujer que tocó el borde del manto

 LIBRE DEL AZOTE DE LA ENFERMEDAD

Por Denis Aguilar Urbina

TEXTO: LUCAS 8:43-48

43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Nuestro Señor acababa de venir de un viaje misionero de Gadara. En su ciudad había sanado a un paralítico. Después llamó a Mateo. Los fariseos llegaron a realizarles preguntas capciosas. Después llegaron los discípulos de Juan a realizarle preguntas acerca del ayuno. En ese instante, llegó Jairo, principal de la sinagoga para rogarle postrado en tierra, que sanara a su única hija. El Señor se levantó y le siguió con sus discípulos.

La biblia dice, que mientras iba de camino he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía 12 años. Había gastado todos sus bienes en médicos. Económicamente estaba en la calle.

Físicamente estaba desgastada delgada y sin fuerza. Había gastado todos sus bienes en médicos. Económicamente estaba en la calle. Probablemente había escuchado de los milagros que Jesús había hecho a mujeres con malos espíritus. Algunas mujeres como: María Magdalena, Juana, Susana Y otras mujeres. El milagro de la noticia del día era el caso del endemoniado gadareno. Eso fortaleció la fe de esta mujer desventuradas al grado se formó una meta y estableció plan, que para llevarlo a cabo pasaría por dificultades difíciles.

Veamos el proceso:

I. SE PROPUSO TOCAR EL BORDE DEL MANTO DE JESÚS PARA SER SANA

Se formó una meta: “Tocar el borde del manto de Jesús”.  Era una decisión sumamente arriesgada, donde se tenía que pagar el precio del esfuerzo, del sacrificio y aun del desprecio. Penetrar entre la multitud en su estado de debilidad profunda era una misión titánica. Pero su determinación ya estaba definida. Y así lo hizo.

II. SE PROPUSO VENCER LOS OBSTÁCULOS

Uno de los obstáculos que enfrentó fue su condición física decaída por la enfermedad. Por otro lado, su enfermedad la condenaba a ser inmunda por su menstruación o flujo de sangre y destinada a vivir fuera de la sociedad

Pero con una meta en su mente y corazón saco fuerza de debilidad al grado de penetrar entre la multitud con su cuerpo sumamente debilitado, arriesgando a que la descubrieran.

Su debilidad física no impidió introducirse entre la multitud. se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre (Lucas 8:44). Su fe profunda de ser sana le dio fuerza hasta tocar el manto e inmediatamente fue librada del azote.  

III. SE PROPUSO POR FE Y ESFUERZO HASTA TOCAR EL BORDE DEL MANTO  

Se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre (Lucas 8:44)

Cuando la mujer tocó este borde estaba creyendo que Jesús era el Mesías de esta profecía y que el borde de su manto traería la sanidad que tanto anhelaba. 

Jesús usaba un manto de oración conocido como talit. Este talit debía tener cuatro puntas sobresalientes (Deut. 22:12) Llamado flecos que representan las cuatro letras de la palabra “Dios” en hebreo, YHWH (Tetragrámaton). De manera que los flecos (tzitzit) del borde del manto de Jesús Representaban: El nombre de Dios; quién es Dios; cómo es Dios. Estaban sus mandamientos y las promesas de bendiciones.Esto fue un tremendo acto de fe, pues significaba. que la mujer estaba aferrándose al nombre de Dios. y estaba reclamando las promesas de Dios. La mujer estaba consciente que estaba tomando de las promesas de Dios en sus manos para ser sana. 

IV. SE PROPUSO TENER UN ENCUENTRO PERSONAL CON JESÚS 

La fe determinada de esta mujer fue impactante. Contra viento y marea logró tocar el borde del manto del Señor y fue sana inmediatamente. Detuvo a una congregación que iba en dirección de la hija de Jairo. Veamos esta maravillosa escena que cuenta el encuentro personal de esta mujer con Jesús.

45 entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.

47 entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. (8:45-47)

El testimonio dramático de esta mujer ante Jesús y el pueblo demuestra el poder del Señor en la vida de las personas están sufriendo por algún azote. Jesús lleno admiración, elegio a esta mujer diciendo:

…” Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Por su determinación esta mujer fue sana y salva por nuestro Señor Jesucristo. Ejemplo vivo para cada uno de nosotros







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