ACTITUDES DE AMOR A
JESÚS
Por Denis Aguilar Urbina
12:1 Seis días antes de la pascua, vino
Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien
había resucitado de los muertos. 12:2 Y le hicieron allí una cena;
Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con
él. 12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de
mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la
casa se llenó del olor del perfume.
12:4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 12:6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 12:7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. 12:8 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me tendréis (JUAN 1:1-8)
Jesús regresa a la zona roja. Lo habían declarado fuera de la ley. La resurrección
de Lázaro fue la gota que derramó el vaso. Andaba solo por las rondas con sus
discípulos. Regresaba a una casa que lo acogían. En esa casa siempre era bien
recibido y allí descansaba (Así me recibía mi mamá cuando llegaba cansado). Fue
invitado y le hicieron una cena. Faltaban seis días para la Pascua
En la cena había personajes, que manifestaban el amor a Jesús mediante sus actitudes Veámoslo por separado:
I. ESTABA MARTHA
“Y le hicieron allí una cena; Marta servía”, …(Juan 12:2)
Se encargaba de servir. Martha amaba a Jesús ¿Cómo lo demostraba? Era una mujer práctica. Servía a Jesús Atendiéndolo. Para que se sintiera cómodo. Lo recibía y lo atendía con alimento. Los servidores de la iglesia juegan una función de servicio que permite que los asistentes estén cómodos.
II.
ESTABA LÁZARO
Y le
hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban
sentados a la mesa con él (Juan 12:2)
Estaba a la mesa con Jesús. Lázaro amaba a Jesús ¿Como lo manifestaba? Oyendo
su Palabra alrededor de la mesa. Cuando alguien ama a una persona lo escucha
con atención. Lázaro se deleitaba escuchar la palabra de Dios. Qué privilegio
escuchar la palabra en labios del maestro. Escuchando la palabra se puede amar
a Jesús como lo hizo Lázaro.
III. ESTABA
MARÍA
Entonces
María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los
pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume
(Juan 12:3)
María amaba
a Jesús ¿Cómo lo amaba? Entregando lo que más ama a Jesús. Existen varias
formas de dar ofrendas al Señor, pero en esta ocasión me voy a referir a dos
que son esenciales:
1. Cuando
Dios te la pide una ofrenda. Cuando Dios te pide ofrenda en primera instancia es
para probarte si tienes fe, pero también es porque te quiere bendecir. Existen
testimonios espectaculares en este aspecto
2. Ofrenda por amor. Existen ofrendas por amor que nace sin que se le pida.
Una pareja
americana joven, Della y Jim, eran muy pobres, pero estaban muy enamorados. Cada uno
tenía una sola cosa que era su posesión exclusiva. El cabello de Della era su
gloria. Cuando se lo soltaba, casi le servía de túnica. Jim tenía un reloj de
oro que había sido de su padre y era su orgullo. Era el día antes de Navidad, y
Della no tenía más que un dólar y ochenta y siete centavos para comprarle un
regalo a Jim. Fue, y vendió su pelo por veinte dólares, con los que le compró a
Jim una pulsera de platino para su precioso reloj. Cuando Jim llegó a casa por
la noche y vio la cabecita trasquilada de Della, se quedó estupefacto. No era
que no le gustara, ni que la amara menos por eso; porque estaba más preciosa
que nunca. Despacito, él le entregó a ella su regalo: era un juego de peines de
concha de tortuga muy caros, para su precioso pelo... y había vendido su reloj
de oro para comprarlos. Cada uno le había dado al otro todo lo que tenía. El
amor verdadero no tiene otra manera de dar.
En María vemos la naturalidad del amor. Por su espontanea voluntad, sin que nadie se lo pidiera. Por
amor María trajo a Jesús lo más precioso que tenía. Una libra de perfume de
nardo puro muy costoso. Casi un año de salario. Ungió los pies de Jesús. El
aroma se extendía por toda la casa. "Y la casa se llenó de la fragancia
del perfume.» Una buena acción se convierte en la posesión de todo el mundo y
añade a la belleza de la vida en general algo que el tiempo no puede destruir. Ese es el caso de María.
IV. ESTABA JUDAS
Y dijo uno
de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de
entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y
dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres,
sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en
ella (Juan 12:4-6)
Judas no amaba a Jesús. Judas lo que amaba era el dinero. Se le dio
un puesto de confianza. Se le dio la mano y se
agarró el codo. No aprovechó la oportunidad
que le dio el Señor
Las cualidades lo indujeron a la tentación. Era tremendo
administrador, pero vio el dinero como lo más preciado del mundo. Se convirtió en ladrón. Deformaba la idea de una persona.
Lo bueno lo convierte en malo. Lo que vio en María lo quiso convertir en desperdicio.
Cuando te gusta todo lo que hacen es bueno, y cuando
no te gusta, todo lo que hacen es malo.
Jesús responde categóricamente a la
observación de Judas: Déjala; para el día de
mi sepultura ha guardado esto. Porque a los pobres siempre los tendréis
con vosotros, más a mí no siempre me tendréis (Juan 12:7,8)
Al Señor le agrada que lo que hagamos para su obra sea por amor
¿Cómo vas a manifestar tu amor a Jesús? Sirvamos al Señor con
nuestras manos como Martha. Escuchando la voz
de Jesús como Lázaro y los discípulos. Ofrendando lo más preciado a Jesús como María. Realicemos
con honestidad y dedicación la función que estamos desarrollando y no sigamos
los pasos de Judas Iscariotes.
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