lunes, 4 de octubre de 2021

AVIVAMIENTO POR EXCELENCIA

 

¿QUE ES UN AVIVAMIENTO POR EXCELENCIA?

Por Denis Aguilar Urbina


“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios: 5:14-16) “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8)


Efesios 5:14-16 Y Hechos 1:8 describen el avivamiento en la presencia de Dios, es decir, un avivamiento por excelencia. Según Efesios 5:14 un avivamiento es un despertar y se refiere a un despertar espiritual. Al despertar se obtiene la luz de Cristo. El que está dormido espiritualmente vive en oscuridad y en la inmensidad de las tinieblas pecan y ni siquiera se percatan de la nefasta consecuencia. El que está dormido se vuelve insensible al pecado.

El despertar espiritual se logra mediante la lectura de la palabra de Dios de manera disciplinada y constante. De la misma forma debe trabajar la oración. Debe programar con sumo cuidado los días de ayuno y las vigilias. El apoyo a los programas o actividades de la iglesia debe ser un compromiso sagrado. Participar en las campañas de fortaleza espiritual de la iglesia. Los retiros y otros eventos que estimulen la vida espiritual.

Pero el avivamiento no es solamente ejercitarse en el área espiritual; algunos piensan que eso es todo. El ejercitarse espiritualmente es la base del creyente para encaminarse en el otro aspecto del avivamiento.

Hechos 1:8 describe el otro aspecto del avivamiento que es, el despertar accionar. Antes de subir al cielo, nuestro Señor Jesucristo le dijo a sus seguidores que se fueran a Jerusalén y los que se reunieron el Señor les dijo después de contestar una pregunta: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8)


Este versículo abarca la parte espiritual cuando dice: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. El poder del Espíritu Santo es su presencia poderosa en el que le busca. Inmediatamente resalta el otro aspecto del avivamiento como es el accionar cuando dice:  y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Es un avivamiento con misión y propósito. Con esta declaración define la misión de la iglesia. Y cuando digo la misión de la iglesia es porque el pueblo de Israel tenía su misión como pueblo de Dios.

La misión del pueblo de Israel era centrípeta

La misión centrípeta Dios se la encomendó al pueblo de Israel. La misión se asemeja con certeza a un imán cuando atrae el metal o como las abejas en el néctar del panal. En la obra de Dios siempre hay lugar para todos. Los que pertenecen al reino están con los brazos abiertos para recibir y buscar a las personas que desean el refrigero de Dios.

En el caso de Israel su misión era recibir a las personas que voluntariamente se quisieran adherir a ellos. Si alguien de cualquier nación sentía el deseo de unirse a ellos se hacían devotos y se judaizaban voluntariamente. Allí se cumplía el dicho: “El que tiene sed que busque el agua”. Si algunos egipcios querían ser devotos, tenían que ir a Israel. Lo mismo sucedía con el de Siria, Asiria, Babilonia, Moab, Amón etc.

Todos hacia Israel, como el metal al imán. Esa era la misión de Israel.


Misión Centrífuga 

La misión que nuestro Señor Jesucristo encomendó a la iglesia en hechos 1:8 es centrífuga. Según Lucas, fueron las últimas que nuestro Señor Jesucristo expresó, antes de ascender al cielo: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigo en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”.

La misión centrípeta dada a Israel es de afuera hacia adentro y la misión centrífuga dada a la iglesia es de adentro hacia afuera. En término beisbolero “pica y se extiende. La iglesia debe salir de las paredes del templo, llevar el agua y darle de beber al sediento.

El despertar que nos dice Pablo en Efesios 5:14, el poder del Espíritu Santo y el accionar que describe el Señor en hechos 1:8 son herramientas de un avivamiento por excelencia. Un avivamiento en la presencia de Dios. Las personas y las iglesias que hagan propio el “despertar y el accionar” mantendrán un avivamiento permanente, productivo y expansivo.

En cada servicio habrá un mover del Espíritu Santo en repartición de dones espirituales,

ministración, danzas, sanidades, palabra de Dios. Pero también habrá un mover en el discipulado, en la evangelización, en la expansión de células, en obras sociales y de esa forma seguir extendiendo las estacas.

Un avivamiento es el que enraíza el fruto del Espíritu Santo en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza como prueba que vive lo que predica y que sus acciones son puras conforme el corazón de Dios. Solamente mediante el fruto del Espíritu Santo se puede ejercer la piedad como Dios manda

 

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