¿QUE ES UN AVIVAMIENTO
POR EXCELENCIA?
Por Denis Aguilar Urbina
“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y
levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos” (Efesios:
5:14-16) “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y
hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8)
Efesios 5:14-16 Y Hechos 1:8 describen el avivamiento en la presencia de Dios,
es decir, un avivamiento por excelencia. Según Efesios 5:14 un avivamiento es un
despertar y se refiere a un despertar espiritual. Al despertar se obtiene la
luz de Cristo. El que está dormido espiritualmente vive en oscuridad y en la
inmensidad de las tinieblas pecan y ni siquiera se percatan de la nefasta
consecuencia. El que está dormido se vuelve insensible al pecado.
El despertar espiritual se logra
mediante la lectura de la palabra de Dios de manera disciplinada y constante.
De la misma forma debe trabajar la oración. Debe programar con sumo cuidado los
días de ayuno y las vigilias. El apoyo a los programas o actividades de la
iglesia debe ser un compromiso sagrado. Participar en las campañas de fortaleza
espiritual de la iglesia. Los retiros y otros eventos que estimulen la vida
espiritual.
Pero el avivamiento no es solamente
ejercitarse en el área espiritual; algunos piensan que eso es todo. El
ejercitarse espiritualmente es la base del creyente para encaminarse en el otro
aspecto del avivamiento.
Hechos 1:8 describe el otro aspecto
del avivamiento que es, el despertar accionar. Antes de subir al cielo, nuestro
Señor Jesucristo le dijo a sus seguidores que se fueran a Jerusalén y los que
se reunieron el Señor les dijo después de contestar una pregunta: pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra (Hechos 1:8)
Este versículo abarca la parte
espiritual cuando dice: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo. El poder del Espíritu Santo es su presencia
poderosa en el que le busca. Inmediatamente resalta el otro aspecto del
avivamiento como es el accionar cuando dice:
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra. Es un avivamiento con misión y propósito. Con esta
declaración define la misión de la iglesia. Y cuando digo la misión de la
iglesia es porque el pueblo de Israel tenía su misión como pueblo de Dios.
La misión del pueblo de Israel era centrípeta
La misión centrípeta Dios se la
encomendó al pueblo de Israel. La misión se asemeja con certeza a un imán
cuando atrae el metal o como las abejas en el néctar del panal. En la obra de
Dios siempre hay lugar para todos. Los que pertenecen al reino están con los
brazos abiertos para recibir y buscar a las personas que desean el refrigero de
Dios.
En el caso de Israel su misión era
recibir a las personas que voluntariamente se quisieran adherir a ellos. Si
alguien de cualquier nación sentía el deseo de unirse a ellos se hacían devotos
y se judaizaban voluntariamente. Allí se cumplía el dicho: “El que tiene sed
que busque el agua”. Si algunos egipcios querían ser devotos, tenían que ir a
Israel. Lo mismo sucedía con el de Siria, Asiria, Babilonia, Moab, Amón etc.
Todos hacia Israel, como el metal al
imán. Esa era la misión de Israel.
Misión Centrífuga
La misión que nuestro Señor
Jesucristo encomendó a la iglesia en hechos 1:8 es centrífuga. Según Lucas,
fueron las últimas que nuestro Señor Jesucristo expresó, antes de ascender al
cielo: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo y me seréis testigo en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo
último de la tierra”.
La misión centrípeta dada a Israel es
de afuera hacia adentro y la misión centrífuga dada a la iglesia es de adentro
hacia afuera. En término beisbolero “pica y se extiende”.
La iglesia debe salir de las paredes del templo, llevar el agua y darle de
beber al sediento.
El despertar que nos dice Pablo en
Efesios 5:14, el poder del Espíritu Santo y el accionar que describe el Señor
en hechos 1:8 son herramientas de un avivamiento por excelencia. Un avivamiento
en la presencia de Dios. Las personas y las iglesias que hagan propio el
“despertar y el accionar” mantendrán un avivamiento permanente, productivo y
expansivo.
En cada servicio habrá un mover del
Espíritu Santo en repartición de dones espirituales,
ministración, danzas, sanidades,
palabra de Dios. Pero también habrá un mover en el discipulado, en la
evangelización, en la expansión de células, en obras sociales y de esa forma
seguir extendiendo las estacas.
Un avivamiento es el que enraíza el
fruto del Espíritu Santo en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre y templanza como prueba que vive lo que predica y que sus acciones
son puras conforme el corazón de Dios. Solamente mediante el fruto del Espíritu
Santo se puede ejercer la piedad como Dios manda
No hay comentarios:
Publicar un comentario