ARREPENTIMIENTO: LO QUE ERA ANTES
Por Denis Aguilar Urbina
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais
muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo las corrientes de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del
aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los
cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne
y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás” (Efesios 2:1-3)
Básicamente
el arrepentimiento incluye: Lo que era antes y volverte a Dios.
Según
Efesios 2:1-3, presenta un panorama de lo que éramos antes. En esta escena el
Apóstol Pablo presenta nuestra condición en varios aspectos; refiriéndose a los
gentiles y judíos sin Cristo. La vida sin cristo se vive en pecado
I.
Concepto errado acerca del pecado
Veamos
en dos ejemplos:
1.
Por lo general, se tiene una idea equivocada
del pecado. Si nos referimos a un ladrón, un asesino, un violador, un borracho,
un terrorista, etc. Lo declaramos pecadores infernales inmediatamente.
2.
Pero para los moralistas y otros que actúan
con reserva en su fuero interior; se ofenderían si se les dijera que son
pecadores y que merecen el infierno.
3.
Delante de Dios ambos son pecadores encaminado
al infierno.
II. ¿Qué es el pecado?
La
vida sin Cristo se vive en pecado.
En el idioma griego para describir el pecado
es hamartía. Hamartía es no dar en el blanco. Cuando un tirador lanza la flecha
y falla el tiro, eso es hamartía. El pecado es el fracaso en el intento de
alcanzar una meta en la vida. Por eso precisamente es por lo que el pecado es
tan universal. El término hamartía nos pone cara a cara con lo que es realmente
el pecado: el fracaso en ser lo que
debemos y podemos ser.
Esto
nos ayuda a contestar las siguientes preguntas:
¿Es tan buen marido como puede ser? ¿Trata de
hacerle la vida más fácil y agradable a su esposa? ¿Le hace sufrir a su familia
sus cambios de humor? ¿Es tan buena esposa cómo puede? ¿Se toma de veras
interés en el trabajo de su marido y trata de comprender sus problemas y
preocupaciones? ¿Somos tan buenos padres como podríamos ser? ¿Dirigimos y
entrenamos a nuestros hijos para la vida como es nuestro deber, o esquivamos
esa responsabilidad a veces o a menudo?
La misma pregunta se puede hacer acerca de los
hijos y nuestra función como trabajador. ¿Somos tan buenos hijos como podríamos
ser? ¿Tratamos de alguna manera de mostrarnos agradecidos por lo que se ha
hecho por nosotros? ¿Vemos alguna vez el dolor en los ojos de nuestros padres,
y sabemos que somos nosotros los que se lo hemos causado? ¿Somos tan buenos
trabajadores como podríamos ser? ¿Llenamos cada hora de trabajo con una labor
concienzuda y responsable, y hacemos cada tarea todo lo bien que podemos?
Cuando
nos damos cuenta de lo que es el pecado vemos que no es algo que se han
inventado los pastores, sino que es algo que inunda la vida. Es el fracaso en cualquier esfera de la vida
de ser como debemos y podemos ser.
III. Las transgresiones
La
vida sin cristo se vive en transgresiones. Eso significa lo que eras antes y
manifiesta como se vive una vida sin Cristo. Transgresión, quiere decir
literalmente resbalón o caída. Se usa de una persona que yerra el camino, y que
cada vez se aleja más de lo que debería ser su destino; se usa de un hombre que
se despista, y se desliza por terrenos peligrosos lejos de la verdad. Transgresión
es seguir un camino equivocado cuando podríamos seguir el correcto; Por tanto, es el fracaso en alcanzar la meta
que deberíamos habernos propuesto. La idea central de pecado es el fracaso,
fracaso de mantenernos en el camino debido, fracaso de hacer la vida lo que
podríamos haberla hecho
IV. Lo que involucra lo que era antes
En
Efesios 2:1-3 Manifiesta tres direcciones donde el pecado es mortal
1. El pecado mata la inocencia
Nadie
sigue siendo el mismo después de cometer un pecado. El resultado es que el
pecado produce un efecto permanente en la persona. El pecado hace algo a la
persona; mata la inocencia; y la inocencia, una vez que se pierde, ya no se
puede recuperar.
2. El pecado mata los ideales
Al principio, una
persona considera una mala acción con horror. La segunda etapa llega cuando tiene la tentación de hacerlo, pero,
aun cuando lo está haciendo, se siente todavía desgraciado e inquieto y muy
consciente de que está mal. La tercera
etapa llega cuando ya ha hecho aquello tantas veces que ya se hace sin
remordimientos. Cada pecado hace más fácil el siguiente. El pecado mata los
ideales que hacen que valga la pena vivir la vida.
3. Por último, el pecado mata la voluntad
En un principio, uno
se entrega a algún placer prohibido porque quiere; al final, se entrega a él porque no lo puede evitar. Se convierte
en hábito y en una necesidad.
Dice
un antiguo dicho: «Siembra un hecho, y cosecharás un hábito; siembra un hábito,
y cosecharás un carácter; siembra un carácter, y cosecharás un destino.»
El
pecado mata la inocencia; el pecado se puede perdonar, pero sus efectos
permanecen. El pecado mata los ideales; El pecado mata la voluntad; acaba por
dominar a una persona de tal manera que ya no se puede librar de él.
V. Como se vive la vida sin Cristo
En
Efesios 2:1-3. Pablo presenta una especie de lista de las características de la
vida sin Cristo.
1. Se vive de acuerdo a los valores de
este mundo
El
Evangelio exige perdonar, pero los escritores antiguos decían que era una señal
de debilidad el tener la posibilidad de vengarse de una injuria y no hacerlo.
El Evangelio demanda amar aun a nuestros enemigos. Plutarco decía que la señal
de un buen hombre era ser útil a sus amigos y terrible a sus enemigos. La
esencia de una persona mundana es que colocan al yo en el centro. La esencia
cristiana es que pone a Cristo y a los demás en el centro. La motivación del
mundo es la ganancia; la dinámica del cristiano es el deseo de servir.
2. Se vive bajo los dictados del príncipe
del aire.
Efesios 6:10,11.
El
aire es la morada de los espíritus. Se proponen propagar el mal, frustrar los
propósitos de Dios y arruinar las almas humanas. Este reino se caracteriza por
la desobediencia. Depende de la obra de la carne (Gálatas 5:19-21)
Vivir
una vida sin Cristo es mortal por el estrago que hace el pecado en el ser
humano. Ninguna persona merece nada
más que la condenación. Ha sido solo Su amor en Cristo lo que ha perdonado a
las personas que no merecen más que un castigo. Solo cuando nos damos cuenta lo
que es si el pecado, estaremos a salva de los conceptos errados acerca del
pecado. Así tendremos la capacidad de tratar el pecado como es y evitar de caer
en la trampa.
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