JEHOVÁ ES MI
PASTOR NADA ME FALTARÁ
Por Denis Aguilar Urbina
TEXTO: SALMOS 23
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará. 23:2
En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto
a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su
nombre. 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán
aliento. 23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de
mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando. 23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Cada salmo tiene música. Tenía un ritmo
musical. Se dice que el coro de David tenía 280 integrantes. Pareciera que se
dividía en tres grupos el coro de David. Asaf, Heman y Jedutun
La formación es clave en la familia. Los
egipcios se valían de las nodrizas. Los griegos por lo general encargaban esta
misión a los paidagogos. Los hebreos asignaban esta tarea a los padres,
principalmente las madres.
La iglesia en la época de Susana Wesley
estableció la escuela doméstica para educar a sus hijos.
La formación de David fue doméstica;
educado por sus padres. Fue una formación de trabajo como pastor de ovejas; fue
una formación cristiana, le gustaba ir a la iglesia, era salmista, guerrero por
excelencia etc.
La formación integral de David le permitió
formar un principio inquebrantable acerca del Señor: “Jehová es mi pastor; nada
me faltará”. David describe a Jehová como pastor. David era pastor de ovejas.
Con ese concepto escribe el Salmos 23
Hay que recordar que Jesús es llamado el
buen “Pastor” en Juan 10:11. El autor de hebreos va más allá y lo llama: “El
príncipe de los pastores” (hebreos 13:20)
El pastor
alimenta, el pastor guía y el pastor protege. Este salmo trata esos tres
aspectos esenciales. Concluye con la determinación de concepto y la acción.
I. La fortaleza del cuerpo (La provisión del alimento)
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará. 23:2 En lugares
de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
David estaba en el desierto de Judá. Era beduino: fugitivo. Estaban en un wuady. Pero en esa circunstancia pudo decir: Jehová es mi pastor nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar. Junto a aguas de reposo me pastoreará. En medio del desierto, no faltará agua y alimento
II. La fortaleza del alma (confortará mi
alma y me guiará)
La ansiedad, el desánimo y la depresión; son complicaciones del
alma. David era beduino:
perseguido por Saúl. Necesitaba fortaleza del alma. Necesitaba
dirección en su ansiedad y en su estado de peregrino. En esta tierra somos peregrinos y
necesitamos dirección.
David en tal circunstancia expresó: “Confortará mi alma; Me guiará por
sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmos 23:3)
El Señor es el único que conforta el
alma y el que nos guía a mejores lugares y por camino seguro.
III. La protección
divina (No temeré mal alguno)
23:4 Aunque ande en valle de sombra
de muerte, No temeré mal
alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en
presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa
está rebosando.
David estaba en peligro de muerte. Por lo general, se escondía en Wady o en arrollos. En los Wadys había cuevas donde dormían y corrían el peligro de ser muertos por inundaciones al caer la lluvia por el desierto. Pero David resistió por el concepto de protección que tenía de Dios.
Veamos las siguientes declaraciones de David donde manifiesta su fe de protección en Dios y su dirección:
1. Tú estarás conmigo
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. David tenía la certeza que
Dios siempre estaba con él en todo tiempo.
2. Tu vara y tu cayado me infundirán
aliento (23:4 b)
La vara era para corregir. Esta expresión se compara a un palo formada por un pincho de hierro fijo.
La vara la utilizaban los pastores para corregir y ubicar cuando las ovejas se salían de la manada. Esto nos sugiere lo importante de la corrección en este tiempo; especialmente en nuestra familia.
El cayado era para alentar, reconocer y alentar elogiar. El
cayado era para proteger a las ovejas cuando estaban en peligro a veces de muerte.
Era un estímulo para las ovejas al ser atendidas con mucho esmero y cariño.
Esto nos sugiere, que a nuestros hijos se debe de corregir, pero también surgen
momentos que hay estimularlos y elogios
Se necesita de la vara de corrección,
pero también del cayado del estímulo y el elegio.
3. Ponedme
un banquete delante de mis enemigos
23:5 Aderezas mesa delante de mí en
presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando.
Aderezas
mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores. Esta expresión significa adornar el lugar
y llenarlo de alimentos bien condimentados para que los enemigos pudieran
presenciar las bendiciones que Dios tiene para los que confían el ÉL.
Unges mi
cabeza con aceite. Los pastores usaban el aceite para prevenir de los insectos.
Cuando no le ponías aceite los insectos se anidaban en las fosas nasales,
producían gusanos y mucha molestia a tal grado que se daban contra las peñas, y
por ende, sufrían heridas. Si le ungían con aceite los insectos no podían
hacerle daño. Por otro lado, si se llegaba el caso de sufrir heridas por lo
antes dicho. Los pastores lo ungían con acete para sanar las heridas. El aceite
era para prevenir y para sanar.
David
pide al Señor que lo mantenga ungido de aceite para su debida protección.
Mi copa está
rebosando.
En el tiempo de David, cuando las personas eran bienvenidas, el anfitrión le
llenaba la copa y era señal que prevaleciera en su casa, pero si la copa se mantenía
vacía era una forma de despedirlo. De esa manera te estaba diciendo: “váyase por favor”
David quería que su copa rebosara, porque
quería estar en la presencia del Señor.
IV. La Determinación de conceptos y de
acción
David, en medio de la turbulencia del desierto tenía un concepto claro: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Ese principio combinado con su experiencia de protección en Dios; llegó a la siguiente conclusión: Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días (Salmos 23:6)
El salmo 23
demuestra que el pastor alimenta, que el pastor guía confortando el alma y que el
pastor protege. También refleja la determinación y la acción del rey David
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